miércoles, 8 de mayo de 2013

Mandala crochet

Se acercan días de muchos cambios, cambios personales y no. Entre las terribles inundaciones que azotaron a nuestra provincia, las denuncias de corrupción en la tele,  la elección del papa argentino, la reina Máxima, etc. etc. etc. (que los ponga juntos no significa que los considere de la misma importancia), entre tanto bochinche vertiginoso, varias cosas se mueven en mi vida personal. Me gusta el cambio, el cambio nos hace movilizarnos, nos hace avanzar. Pero para saber hacia donde quiero moverme, decidí parar. Parar de pensar, de maquinar y enloquecer de ansiedad   Es así como, mientras algunos usan los mandalas como forma de meditación (eso dijo mi profe de yoga), yo voy a hacer mis propios mandalas tejidos, que terminarán Dios sabe en que. La idea es tejer uno por día hasta que me canse, o hasta que no lo necesite más, y ver, dependiendo cuantos tenga, que voy a hacer. Si un apoya pava, o un almohadón, un pie de cama, o una manta. Me enfrasco en este proyecto esperando a ver que será. Que el sólo, vaya encontrando su forma.
Comparto el primero.


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